sábado, 8 de diciembre de 2007

Buda Bar 2006

[Septiembre 2006]

Lugar: Buda Bar
Dirección: Calle 10 entre 45 y 46
Día: Sábado 2 de septiembre
Hora: A las 10 entre 45 y 46.
Bandas Invitadas: Reyes vagos

El viaje en tren fue un resumen hablado de todas las veces que fuimos a ver a Once Tiros alguna vez. Recordando sucuchos, gentes y banderas. Recordando estaciones, líneas de tren y ediciones de Clarín de Pueblo a Pueblo. Una hora y media gastando el tiempo en llegar a destino. Bajamos en la estación de La Plata (después de pasar nuevamente los campos minados de niños mono) y bueno, ubicarse fue fácil. La calle de la estación es la 1, de ahí caminás para el lado donde ves luz (me pregunto si habrá algo del otro lado de la estación de La Plata) y vas llegando. Pasa la calle 2, la calle 3, la calle 4, la calle 5, la calle 6, la calle 7, la calle 8, la calle 9 y en la calle 10 doblás a la izquierda hasta llegar a la calle 45. Es fácil y no está todo tan lejos en La Plata. Llegamos al lugar y desde abajo sonaban los Reyes Vagos, haciendo una pequeña previa en una cadena de pancherías y observando detalles que hacen a la ciudad de La Plata una ciudad muy particular, entramos al Buda Bar. El Buda Bar es un lugar pequeño con una barra al costado, mucha humedad y unos tipos que son "Control" que son re rockeros y re copados. Si hasta creo que era mayor el porcentaje de "Control"es que movían la cabeza al ritmo de la música de Once Tiros que el porcentaje de gente que habitó por esos instantes el Buda Bar. Incluso se escuchó por ahí a alguno decir que la remera que se compró de Once Tiros la iba a enmarcar para colgarla en su casa. El toque empezó y la calidez del espectáculo hizo que el Negro se pusiera a saltar con los desenfrenados platenses que habían ido a ver a la banda, debajo del escenario. Presente uno de los más antiguos seguidores de la banda con la primer bandera que existió de Once Tiros, uno más saltando, un uruguayo seguidor desde el siglo XX de Once Tiros. No hubo bolerazo, ni "Boludeando con el Gordo" y algunos temas quedaron afuera. Igualmente hubo tiempo para tomarse unos respiros, para que el trompetista le dedicara el tema a su novia argentina Ludmila, promocionar la venta de remeras "esencial para la continuidad de la banda" y la sección solidaria "Gente que busca boinas" que hizo posible el reencuentro entre la boina negra perdida en el Teatro y su dueño, uno de los seguidores más fieles de la banda. Los acordes y los sonidos se sucedían y una noche particular terminó con el tema nº17 para despedirse y disculparse, pues la condición física de los integrantes de la banda no era la mejor. Sobre todo la de Nacho Piñeyro quien ni siquiera estaba físicamente presente. Así se cerró una nueva llegada de Once Tiros en Buenos Aires. Ahora después de que el 1ero de septiembre se abrió la canilla y salpicó unas gotas de Chandon, esperamos el Geiser rock en Villa Geiser para ver cuánto salpica de alcohol.

Dito

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