Crudo y salvaje.

[Mayo 2007]

Lugar: BJ Dos o Dos.
Dirección: Yaguarón y Paysandú
Día: Domingo 20 de mayo
Hora: Tipo 21.
Bandas Invitadas: Cambiá la biblia y La Saga

La noche de Montevideo es una cosa medio oscura y gris. En otoño encima tiene hojas. El frío de un domingo en el que parecía que no pasaba nada, nos hizo terminar caminando por la avenida principalísima de Montevideo, 18 de julio, detrás de una gran marcha. Definitivamente no era una caravana de gente yendo a ver a la mejor banda de Sudamérica, sino la "Marcha del Silencio", donde se reclamaba un "nunca más" terrorismo de Estado.Cuando uno ve el Casino (y qué Casino papá!) sobre 18, dobla un par de cuadritas y ya llega a Dos. Un boliche con no mucha antigüedad, pero con buena capacidad y ambiente para recitales. La gente ya empezaba a juntarse por la calle y el sonido de la primer banda ya empezaba a llegar por ahí. Alguna gentecita, menores de edad, iban rebotando en la entrada del recital.El toque fue organizado en unos pocos días, sin mucha difusión. Lo recaudado más la donado sería destinado a beneficio de los damnificados por las últimas inundaciones en Uruguay, la inundación más grande de los últimos 50 años. Algunos rumores en el viejo barrio de La Curva decían que el verdadero motivo del recital era el festejo de cumpleaños de un anónimo seguidor de la banda. El mismo rumor afirmaba que toda la ropa donada iba a terminar en un placard de una casita en La Curva vistiendo a toda la familia de este anónimo hincha de Peñarol (N de R: Peñarol es un equipo de Uruguay que gallineó recientemente, perdiendo las posibilidades de ganar el campeonato por penales).
Las bandas invitadas fueron creando el ambiente y Dos, entre luces rojas y negras, se fue vistiendo de gala. Como invitado de La Saga estuvo el Negro, cantante de Once Tiros, en la previa del último set.El toque de Once Tiros empezó puntual y con un tema nuevo al que apodaremos en ésta crónica (y las próximas 3 con los recitales de la gira suburbana) como "Bisturí". Era la segunda vez que tocaba Once Tiros en Montevideo en lo que va del año. La primera fue el recordado recital para la gaseosa multinacional Coca en la playa de Pocitos. Si bien era la idea de la banda no tocar en la capital uruguaya hasta sacar el disco, la urgencia y la necesidad de hacer algo para ésta gente (que como bien dijo Lucas, lugares donde hay gente que siempre bancó y ayudó a la banda).Los temas se fueron sucediendo salvaje e irrepetiblemente. En un recital catártico, se notó lo que luego sería confirmado. Una lista de temas y unas ganas de pasarla bien improvisadas y para nada fingidas. Con la presentación de algunos temas nuevos por primera vez, y otros nuevos ya presentados, más clásicos de clásicos el recital fue pasando.Sinceramente, esperaba ver más público viendo a la banda, pero entre la difusión y todo, no era multitudinario el recital. Eso creó un ambiente de intimidad muy bueno. El público uruguayo no se queda detrás con la violencia en el pogo. No hay grandes rondas, aunque hubo algunos amagues en ciertos temas, pero igualmente hay un nivel de kickboxing que deben envidiar hasta los tailandeses. Hubo tiempo para la sección "Gente que busca gorras", cuando todo el público presenció el reencuentro del Negro, cantante de la banda, con su gorra marrón perdida en el barrio porteño de Flores.También para invitados, como el cantante de La Saga, que acompañó a Once Tiros en Mal de Karma. Una locura en lo crudo del recital que salió como un ensayo en vivo.Digno de comentar, luego del tema para respiros "Sin Luna" con "poca pachanga" según el mismo cantante, él mismo ofreció la "pachanga" de la mano de la canción de la serie de dibujos "Soy la comadreja".
El toque terminó con "Aventuras y proezas" en una única versión donde el bajo se desenchufó en medio del tema y entre sonidos de percusión y algunos arreglos de guitarra, zafaron la situación creando una fiesta y terminando en clima de bacanal total.Un toque impecable que personalmente pienso que estuvo, como recital, entre los mejores 3 que he visto de la banda. Crudo y salvaje. Es una lástima que después me haya perdido el micro para volver a Buenos Aires por quedarme en Dos un ratito de más.Resta desearle un buen viaje al Tato por el país europeo que ande y que vaya bien todo por allá. Y aprovechar este medio para comentarle que estaremos esperándolo con Capitán del Espacio.

Dito