Violencia, violencia, violencia.

[Abril 2006]

Lugar: Polideportivo Gorki Grana
Dirección: Santa María de Oro y Blas Parera
Día: Domingo 23 de abril
Hora: 20.10hs

Lista de temas: 1. Televicio 2. El globo 3. Pa'l Charco 4. Lacanao 5. Dormilón 6. Cromosomos 7. Drogado 8. El monje 9. Lo más valioso 10. Que no decaiga 11. Aventuras y proezas 12. Maldición 13. Mamón
Debe ser la fecha, debe ser que está cerca de pascua este día, pero la violencia siempre se hace presente. Ya hace años la barrabrava de un equipo de Primera "C" supo golpear a los jugadores del equipo contrario, costándole 21 puntos y el campeonato, y este 2006 la violencia se hizo presente en el pogo más sangriento que vi en mi vida.
El Festival La Minga fue un lujo cultural y todo el Oeste estuvo presente. Organizado por el Municipio de Morón, arranco a eso del mediodía y tuvo la presencia de muchas organizaciones y grupos artísticos de distintas especialidades. El festival estaba "enmarcado en el marco" (como decía el locutor oficial) de intercambio cultural Uruguay-Morón, ideado conjuntamente por la Intendencia de Canelones, Uruguay y el Municipio de Morón. En un momento que las cosas entre los gobiernos de ambos países se encuentran bastante ásperas por el conflicto de las papeleras, este festival demuestra que siempre fuimos y seremos hermanos.
Hubo actividades de todo tipo: Estatuas vivientes, escuela de ajedrez, radio abierta, salón de juegos y lectura, talleres de murga, graffitis y mural, espectáculo infantil de títeres "Qué bichos nos picó", Circo Kaníbal, ritmos afro rioplatenses de la Comparsa Chawuoro, murga uruguaya Los de la Cusca, dúo de bandoneón y guitarra de Morón Cajones, Teatro: "La Fuga de Atila" (integrantes de Teatro por la Identidad Morón).La previa del toque estuvo muy buena, de la mano de los Pibes Pepa, una banda uruguaya oriunda de Canelones que sorprendió a todos los argentinos que nunca los habíamos visto.
El toque empezó alrededor de las 21 horas y con todo. Había muchísima gente y la parte de adelante del pogo se vivió como una guerra, incluso algún que otro personaje usaba una cadena como boleadoras y golpeaba a la gente que se le acercaba... pero bueno, así se disfruta en el Oeste de Buenos Aires. El recital estuvo impecable y divertido como de costumbre y la gente estaba enloquecida con Once Tiros. No hubo tiempo para un bolerazo ni para la sección "Boludeando con el Gordo", pero igualmente lo fugaz y lo emocionante del recital se vivió tanto abajo como arriba del escenario.
Un excelente cierre de la nueva visita de Once Tiros a Argentina: pura fiesta fuera de control.

Dito