sábado, 8 de diciembre de 2007

Lomas: Valioso.

[Marzo 2006]

Lugar: Peteco’s
Dirección: Meeks y Garibaldi (Lomas o Temperley?)
Día: Sábado 11 de Marzo
Hora: 01.30hs

La calle Garibaldi divide muchas emociones. Divide Lomas de Zamora de Temperley, divide a los fanáticos del “Mil Rayitas” y del “Gasolero”. Pero cuando Garibaldi llega a Meeks, en aquella lejana esquina del sur, se unen la emoción y la música en un solo lugar, en un solo sentimiento.
Peteco’s ya es un lugar famoso, allí se presentan continuamente bandas consagradas del rock nacional y extranjero. Y Once Tiros no se mostró ajeno y se hizo presente en el boliche sureño. Lamentablemente Peteco's son una de las tantas partes de un gran circo, oficializado después de la masacre de Cromañon. ¿Quiénes son los dueños del circo? Una manga de funcionarios que disponen que la alegría, la música, las ganas de disfrutar de la única vida que tenemos y todo lo que estos buenos boliches como Peteco's pueden ofrecer, sea sólo para mayores de 18 años después de determinada hora. En mi barrio se llama discriminación, no sé en el tuyo.
El toque empezó bastante tarde, y dio tiempo a que este humilde cronista visite algunas de las inmediaciones de Lomas de Zamora y vea a alguna que otra banda de la zona (Recomendamos escuchar si tienen la posibilidad a La Abuela Berta, banda oriunda de Banfield). La razón por la cual el toque empezaba tarde, era porque el recital era parte del programa de la noche del boliche, que abría a eso de la 1 de la mañana.Eso traía como desventaja que el toque iba a ser breve y conciso... un desafío difícil de afrontar. Pero Once Tiros no tuvo problemas y se mostró más compacto y demoledor que nunca.
Apenas una quincena de temas bastaron para hacer bailar y disfrutar a la gente que llegó, en menos cantidad que a Castelar, pero no por eso con menos ganas de ver a los uruguayos. Las banderas se hicieron presentes y colgadas desde los balcones VIPS de Peteco’s rezaban que Argentina también se torna carnaval... y así fue.
El recital arrancó con “Drogado” y siguió con “Pal Charco”. La actitud de la banda como siempre fue dar lo mejor de sí y hacer de cada instante un festejo. Tato Bolognini, que las últimas veces que Once Tiros visitó a Argentina no pudo hacerse presente, vistiendo una camiseta de Forlán de un personaje anónimo del sur de Buenos Aires, hizo que sus ausencias anteriores se olvidaran fácilmente.
El toque siguió con clásicos y canciones del último disco y cortito y al pie terminó dejando paso a que el ambiente se llene de música de boliche y de gente rara que escucha ese estilo de música, no consume drogas sintéticas pero sí el gel y el agua mineral fervientemente.

Dito

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